Por: Carlos Rosales

"La juventud debe ser arrogante, violenta, apasionada, iconoclasta", decía el novelista español Ramón María del Valle-Inclán. Y es que es cierto, la actitud de nosotros los jóvenes se basa en la revolución de la ideología social, que no es más que el deseo de cambiar el mundo a nuestra manera.  

Sin embargo, existe una seria discusión que ha pasado desde la broma hasta la realidad. Hoy en día vemos en la infinita tribuna de la opinión digital que se desmerece en su totalidad la opinión de los jóvenes en cuanto a realidad y consciencia nacional. ¿Es acaso la juventud motivo estar marginados de  la opinión sobre hechos del pasado? pues no.

Y no lo digo de ardido. Gracias a cierto interés por la cultura e historia nacional siempre he podido poner la cara frente a los críticos de cierto sector juvenil. Pero ya se ha hecho costumbre leer en las redes sociales: "tú que vas a saber, si no lo has vivido", "esta juventud está desacreditada" o "está juventud de ahora no sabe nada". Incluso escuché decir al exministro de Justicia y opinólogo Víctor García Toma: "existe una generación la cual no tiene interés de conocer la historia del pasado", en referencia a la excarcelación de los terroristas Osmán Morote y Margot Liendo. 

A ver, analizando estos comentarios vertidos por personas que durante los últimos 20 años votaron por Alberto Fujimori, Alejandro Toledo, Alan García, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski, y que incluso le dieron un poder político a Kenji y Keiko Fujimori, creo que no tienen ni la más mínima idea de lo que significan las palabras consciencia y memoria. Fundamentales para el avance de nuestro país a fin de convertirnos en una nación desarrollada.

Es cierto, uno de los principales responsables de cierta podredumbre juvenil son los medios de comunicación. Algunos jóvenes están atrapados con programas realities, otros con programas de chismes, pero eso no quiere decir que abarque a toda una joven clase social. También es responsable el Ministerio de Educación por no implantar en los textos escolares temas como la lucha contra el terrorismo desde los años 80' y la promoción de textos que te cuentan a detalle todo lo que sucedió en nuestro país.

Si vamos a basarnos en el argumento de no poder opinar porque no se vivió dicha época, ¿Qué hacemos hablando de religión histórica en los colegios? ¿Qué hacemos enseñando historia universal o del Perú? ¿Qué hacemos hablando de las culturas y el imperio incaico? no seamos necios.

Existen hoy en día grupos juveniles que son líderes políticos, otros alumnos ejemplares en las universidades y otros trabajadores que viven la realidad del Perú desde muy temprana edad. Los principales responsables de marginar la opinión de los jóvenes, son los políticos. ¿El motivo? tener a la juventud con la boca cerrada a fin que el resto se aferre a los dirigentes tradicionales que durante los últimos 20 años a más nos han dejado nada más que un Perú lleno de desgracias, corrupción y podredumbre social y educativa.

Expresemos nuestra libre opinión y no se marginen por comentarios necios. Y algo muy importante: vivimos una coyuntura política complicada, que no te duela el bolsillo comprar un libro, así como no te duele gastar en tu álbum Panini.

Dos libros recomendados: 

- Historia de la corrupción en el Perú, Alfonso Quiroz

- El espía imperfecto, Sally Bowen y Jane Holligan